miércoles, 1 de diciembre de 2010

NUESTRAS CREACIONES

EL TESORO DE LA NOCLA

Un día estaba buscando un juego en la cochera para jugar junto a mi hermano. Entonces detrás del congelador vi un papel arrugado, rajado y bastante sucio. Lo cogí y lo abrí con cuidado de no romperlo, ya que el papel era muy fino, y leí en la parte de arriba “El tesoro de la Nocla” y al fijarme más abajo observé que era un antiguo plano de la Nocla en el que se veía el parque y la antigua fábrica donde hoy en día se sitúan las casas. En frente de mi casa, en el parque, había una cruz roja y pensé que ahí estaba el tesoro. Salí de mi casa con una pala de la playa en la mano izquierda y con el mapa en la derecha. Cuando estaba en el sitio que indicaba la cruz cogí la pala y empecé a excavar. Tardé unos cinco minutos hasta que apareció un cofre de color marrón oscuro, lo cogí y vi que el candado que tenía estaba roto, entonces lo abrí y descubrí que tenía una bolsa llena de canicas que eran muy antiguas y un papel en el que ponía:

“Dejamos estas canicas para que el que las encuentre disfrute
jugando con ellas tanto como lo hicimos nosotros”

Firmado: La pandilla del parque
1960

Entonces, desde aquel día, a veces juego con las canicas, y aunque sean antiguas son las que más me gustan.

Fernando Luis Sola Espinosa 6ºA

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